...
No sé cuánto tiempo
llevo atrapado en tu cintura,
y lo sé, el tiempo no cuenta ahora,
porque entre nosotros ya no hay tiempo,
sólo un eterno presente.
No sé quíenes somos,
cuando me fundo en tus labios
y el aire que respiro es tan tibio
como tu piel mojada por la sombra.
No sé si respiro.
Nos gritamos en la cara y nos amamos
y el silencio es el lenguaje claro de un beso,
próspero e infinito como el verbo de tu mirada.
(Y tu piel herizada insita mis manos inquietas,
Te amo ahora que vivo y si muero también.)
Bella eres. Desnuda de la materia puedo verte
cuando cierro mis ojos y el día no existe;
olvido el calor que trastorna la alegría (si acaso hay otra)
trashumante calculo tu voz y te encuentro.
L. S.
(jul 2004)
10 de agosto de 2008
No sé cuánto tiempo
llevo atrapado en tu cintura,
y lo sé, el tiempo no cuenta ahora,
porque entre nosotros ya no hay tiempo,
sólo un eterno presente.
No sé quíenes somos,
cuando me fundo en tus labios
y el aire que respiro es tan tibio
como tu piel mojada por la sombra.
No sé si respiro.
Nos gritamos en la cara y nos amamos
y el silencio es el lenguaje claro de un beso,
próspero e infinito como el verbo de tu mirada.
(Y tu piel herizada insita mis manos inquietas,
Te amo ahora que vivo y si muero también.)
Bella eres. Desnuda de la materia puedo verte
cuando cierro mis ojos y el día no existe;
olvido el calor que trastorna la alegría (si acaso hay otra)
trashumante calculo tu voz y te encuentro.
L. S.
(jul 2004)
10 de agosto de 2008
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