ANECDOTA DE UNA POETA VAGABUNDA

Ahí estaba yo,
con mi mente en blanco,
aunque un poco oscurecida,
por los ruidos de la noche.

Las gotas que caían en mi cuerpo
anunciaban lluvia,
y las campanas que sonaban,
anunciaban falsas creencias.

Llegaban recuerdos a mi cabeza,
desde lo mas profundo de mi memoria
que advertían que nunca llegaría
el cambio,
un cambio...
ese cambio.

Las imágenes presentes en una pared,
causaban gracia en mí...
pero retornaba al recuerdo de sus ojos,
y de su amor...y de mi amor.


Temía a las miradas que pudieran fijarse en mí,
temía a los prejuicios,
porque estaba escondida,
pensando sin pensar,
y armando polémicas en mi cabeza.

El momento se dió
para crear ésto que me da vida,
y que llena mi ser.

y aún seguía él ahí conmigo,
aunque estaba lejos... muy lejos.

Después las letras trazaron mi camino,
el camino que me llevaría a la satisfacción.
El descanso ahora estaba presente,
y las palabras se acabaron en un instante...
que estaba lleno de nada.


Angélika Callejas

Enviado por correo 08 de enero 2009

1 comentario:

Leandro Sabogal dijo...

para mi es un gusto grande tenerte en poetas locos...