(2005)
Sólo un par llevo conmigo,
Zapatos viejos arrugados y sucios:
que Ahora encuentro cómodos y bellos
sutiles y comprensivos,
que me acostubré a cargar
o a que cargen conmigo.
Cargados de caminos
y sucios de tiempo,
son los despojos de unos pasos
seguros y fuertes
que poco a poco fueron decayendo...
que poco a poco se entregaron al mismo trayecto.
Recuerdo cuando intentaron huir
cansados de ir uno tras otro,
golpe tras golpe
tanta ida y tanta vuelta,
tanta caida y tropiezo.
No era el tiempo de decir adios,
y en parte ayudó el amor
pues un par de dulces suelas damiselas
les cautivó el corazón para vivir unos pasos más...
Eran otros tiempos, otras horas
y hoy mis talones doloridos e ignorados
lloran esas épocas gloriosas.
Leandro Sabogal
31 de enero de 2009
2 comentarios:
Excelente poema busque varios, sobre zapatos viejos, pero este es el qu emás me ha gustado.
Alma Clara.
mis zapatos han quedado muy agradecidos contigo... y yo también.
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