Sangrante y vacío


Señores,
Vuelve el juego de la duda,
vuelve la danza erratica,
vuelve el sol a opacarse,
vuelve a estancarse la respiración,
vuelve el hacedor subterraneo a empenumbrarse,
vuelve la niebla al bosque escondiendo la maldad,
vuelve el perfume de la flor a ser letal para el ángel de luz,
vuel ve a ser la ausencia el lucero quee marca el amanecer,
vuelve el amor a ser reo en la sombra de un verso traficado,
vuelve a brotar de los epigramas la sangre del amor muerto en combate.
vuelve el viento atraer la muerte en silla de terciopelo purpura, Señores.

Señores,
no caminen
ni respiren fuerte,
los versos se congelan,
las palabras se postran
la muerte cual verdugo excelso
las cubre con su sombra sedienta
atandolas de cabeza al fondo del mar.

Señores,
la violencia del fiero huracán
emergerá desde las entrañas de la tierra
nutriendose a su paso con el odio de los amantes malditos
que apagará el sol solitario, torturado, sangrante y vacío.

S.J.


28 de agosto de 2008

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